Bitácora de un sacerdote

Nombre: Themis.

Edad: 25 años.

Apariencia: Joven sacerdote de complexión definida y altura de 1.86m, viste de blanco y porta una espada recta y larga en su espalda la mayoría del tiempo. Su ornamenta litúrgica destaca y revela su cargo en el clero. Su cabello corto, negro y ondulado que cubre parte de su frente, sus ojos verdes que resplandecen y su piel siempre limpia y sin cicatrices dan la impresión de un hombre pulcro, elegante y carismático, sin embargo su mirada siniestra y calculadora es absolutamente notoria cuando es invocada.

Personalidad: Regalando una primera impresión carismática, bondadosa y altruista, la gente lo escucha y lo rodea, pues su oratoria no palidece ante la multitud y embelesa los sentidos, con una serenidad en su actuar da el ejemplo al resto de cómo ser genuinamente benevolente, sin embargo esta identidad sacra e inmaculada es frágil. Como el más inflexible de los soldados, no escatima en actos atroces para el castigo de quienes cometan el mínimo de los sacrilegios, este sacerdote escarmentará guiado por la mano de Dios, pues es a él quien se encomienda cada vez que alguien necesite corrección.
Su pasado lo ha dotado de una curiosidad inagotable, le fascina la historia y el mundo. Su incansable búsqueda de cultura y conocimiento lo han convertido en un excelente arqueólogo y un gran orador.

Lugar de nacimiento: Paraíso, Banaro

Trasfondo: Hijo de padres humildes, sin lujos y con carencias económicas y afectivas. Crece escuchando y leyendo las historias de una bitácora que alguna vez escribió un viejo arqueólogo. Con el pasar de los años, su fanatismo con aquel cuaderno se hizo tan grande que ya podía recitarlo de memoria y aun así no dejaba de leerlo. Pero, en sus muchas instancias de soledad, se sentía insatisfecho con la simple lectura. Habían despertado las ansias de su propia historia.
Era apenas un adolescente, cuando inspirado por las memorias de aquella bitácora decide comenzar su primera expedición: Consciente de los peligros, toma la pistola de un cajón y la guarda en el bolso junto a su cuaderno.
Fueron días de ir y volver, esperanzado de encontrar más que solo tierra y piedras, hasta que un día, lejos del pueblo y cerca de las minas se origina su primer hallazgo.
Enterrado bajo capas de tierra seca, el destello efímero del reflejo del sol sobre el metal anticipó a Themis su primer descubrimiento. Orgulloso y más feliz que nunca regresa a su casa con una gran espada casi oxidada por completo, probablemente inútil y de un valor despreciable, pero no importó, fue tanto el impacto para su mente que no podía dejar de usar aquella espada roñosa.
Fue aquel suceso el que lo condujo hacia su preparación como espadachín. Nació de su obsesión, pero se convirtió en su forma de protección para el resto de expediciones, ignorando por completo los métodos populares en el pueblo, de figuras como el Sheriff y los alguaciles. El talento y su curiosidad sin par, lo llevó a convertirse en un joven arqueólogo que tempranamente cruzó los mares hasta conseguir cierto renombre. Su oficio lo llevó hasta un peligroso destino del que fue salvado por la iglesia de la cual hoy forma parte como sacerdote y encargado de recuperar las reliquias sagradas y malditas para su veneración o supresión.

Objetivos:
Proteger a Sister Celestia como Guardián de la Fe.
Cumplir con su última misión para la iglesia: Encontrar una reliquia, una espada maldita específica para ser controlada por la influencia de Dios.
Profesar su fe y expandir su religión.
Conocer el mundo y su historia.

Aficiones:
Oración.
Obediencia.
Altruismo.
Castigo.

Comida favorita: Pasta.

Color favorito: Verde.

Rivales: -

Combates épicos: -

Curiosidades:
Porta el título de Guardián de la Fe, siendo el encargado de proteger a Sister Celestia, el Mandamiento de la Fe.
Le fascinan las serpientes.
Su fidelidad y devoción para su religión y Dios es extremista.

¿Cuántos años han pasado desde que abandoné mi hogar?.

Hoy he regresado (click aquí).

Recuerdo el año antes de partir, los alguaciles se burlaban de mí, un muchacho con una espada y el sueño de conocer la historia del mundo. Qué puede hacer una simple espada contra la eficiencia de un disparo, solían decir.

Siempre respeté la destreza del sheriff, las pistolas brillan en Banaro tanto como el oro y la plata, pero mi obsesión con la espada oxidada que alguna vez encontré, superaba con creces cualquier costumbre, tradición o moda.

Recorría el pueblo con mi cuaderno y mi arma predilecta envuelta en vendaje detrás de mi espalda, los mineros me miraban y callaban, seguramente mi padre se llevó las mofas trabajando en las minas; los alguaciles reían y me invitaban a pasar la tarde.

Muchas veces me protegieron de forajidos y criminales, decían que era un muchacho particular y eso les caía en gracia, sin embargo, en sus tiempos de ocio se hacía recurrente el mismo chiste. Ordenaban en fila botellas o latas, tomaban distancia y a varios metros apuntaban con sus pistolas y competían por derribarlas a punta de disparos y nada más que precisión, siempre me decían "Ahora hazlo con tu espada".

Días antes de emprender mi viaje como un joven arqueólogo, esas risas cesaron.

Parecía una de las tantas tardes de ocio para ellos, pero esta vez fue diferente. El vendaje que cubría mi arma cayó, exhibiendo esa hoja oxidada que me tenía obsesionado. Tomé distancia y a varios metros de distancia corté el mismo aire, la mitad superior de cada lata se deslizó por su tajadura. La acción, la precisión, dejó boquiabiertos a quienes solo conocían el pistolerismo.

Practiqué aquel movimiento todos los días durante horas aquel último año, no sabía si lo conseguiría, pero las notas de mi cuaderno me daban esperanzas, aprendí a creer en lo que no es evidente y finalmente pude probarme a mi mismo que el esfuerzo de mis actos me haría conseguir lo que parece imposible.

Ahora viajo como un soldado en las cruzadas que comanda Sister Celestia, pero sigo buscando historia, mi retorno a esta isla está orientado a una misión, encontraré aquella reliquia maldita y la someteré al poder de Dios, aunque se considere imposible, aunque nadie la haya visto antes, porque eso es lo que mi origen me enseñó.

Hace mucho tiempo leí sobre un espíritu guardián, historias de folclore antiguo. Un ente particular que tomaba la forma de un perro negro y protegía los cementerios del sacrilegio y la profanación. Le llamaban Church Grim (click aquí)

Encontré a Grim en el cementerio de Whiskey Peak (click aquí).

O más bien, fue él quien me encontró a mi.

Al principio creí que era un regalo de Dios, pero resultaría ser más que eso, es un guardián enviado por el Todopoderoso, es un ser que comprende mi fidelidad.

Desde entonces hemos superado innumerables pruebas que pusieron en riesgo el fino hilo de la vida de ambos, pero nos mantenemos en pie y esa es la manifestación de nuestra Fe, la señal de que nuestro Padre nos cuida. Poco a poco mi conexión con el perro ha crecido tanto como él ha ganado cuerpo y experiencia, hasta hace poco era solo un cachorro, pero hoy su tamaño es capaz de intimidar al común de los humanos, intuyo que su acelerado crecimiento se debe a nuestras duras vivencias durante la cruzada.

Cada mañana alimento a Grim con un gran plato de carne, si la embarcación está en atraque corremos una hora por la costa, luego descansamos y me acompaña en mis lecturas que se extienden hasta la hora de almuerzo, allí recibe un segundo plato de carne. Cargo con barras de carne seca para alimentarlo durante las tardes hasta el anochecer, es durante la noche que investigamos incansablemente el territorio donde anclemos - Juro por Dios que cumpliré con mi deber -. Antes de dormir entrenamos rigurosamente hasta terminar exhaustos para volver a nuestro camarote.

Confío en él y aseguro que él también confía en mi, hemos enfrentado batallas y recorrido territorios peligrosos. Paso a paso le he enseñado a rastrear, vigilar y explorar, habilidades útiles en mis expediciones arqueológicas, estoy seguro de que pronto hallaremos las reliquias malditas que me ordenó la Autoridad Divina, junto a él será sencillo.


* Grim es un enorme perro negro de ojos rojos y cola exageradamente larga. (click aquí para visualizar)